El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres chilenas, según los últimos datos del Ministerio de Salud. Es en este escenario que la bióloga de la Universidad de Concepción y candidata a doctora en Ciencias y Tecnologías Analíticas, Astrid Gudenschwager, ha descubierto en las propiedades del pompón (Sphagnum magallanicum), musgo endémico del sur de Chile, una posibilidad de combatir esta enfermedad, y asegura “Los compuestos naturales tienen un tremendo potencial”.
Astrid, gracias a su participación en el concurso de Level Up, que es un fondo solamente para mujeres, ha tenido la posibilidad de obtener los recursos necesarios para poder estudiar las propiedades del musgo que sería una nueva alternativa y solución a una grave patología que afecta a las mujeres, como lo es el cáncer de mamas.
Como en Chile estamos con el tema de la innovación, la idea es buscar áreas nuevas para desarrollar, y sobre todo a nivel regional -considerando que Concepción hoy es una región súper potente en temas de innovación, no solamente científica, sino también tecnológica-. En el caso del musgo Sphagnum, la novedad es darle un valor agregado y poder también incluirlo en nuevos mercados.
A NIVEL MOLECULAR, COMPONENTES DEL MUSGO PREVIENEN DESEQUILIBRIOS HORMONALES.
Continua comentando: “Yo investigo ingredientes funcionales en plantas y se me ocurrió investigar qué propiedades bioactivas podría tener este musgo. Aunque no encontré información específica sobre el Sphagnum, porque no ha sido muy estudiado, sí encontré información sobre otras plantas y su relación con el cáncer de mama y es así como intenté extrapolarlo a este musgo.
Fue un acierto porque no era algo que estuviese investigado, así que me lancé a experimentarlo. La idea es potenciar sus propiedades bioactivas para poder complementar los tratamientos fármaco-químicos del cáncer de mama. Así, está enfocado principalmente a homologar las acciones que tienen los fármacos. Por ejemplo, si el fármaco tiene la propiedad de inhibir el crecimiento del tumor o reducir la producción de estrógeno, entonces yo busco ese mismo tipo de respuesta, pero con las propiedades bioactivas del musgo. Lo que destacamos es que su proceso tecnológico y productivo está enfocado específicamente a un tipo de cáncer: el cáncer de mama.”
En lo que refiere al aspecto ambiental de la extracción de pompón, ¿cuál es su situación hoy?
Al respecto Astrid Gudenschwager nos comenta: “El Ministerio de Agricultura en 2018 sacó el decreto 25, donde se regula la protección del musgo para su manejo sustentable. Ahí dice cómo hay que extraerlo y cuál es el cuidado que hay que tener, porque el crecimiento del musgo es súper lento. En la Ley se establece que las empresas que compren musgos tienen que comprarlo de un Sphagnum certificado por el INIA – Instituto de Investigaciones Agropecuarias-, institución que en 2014 también sacó un manual de buenas prácticas para el manejo sostenible del musgo. El INIA es el encargado de categorizar los Sphagnum, en el fondo, fiscaliza la extracción del Sphagnum. Hay una forma especial de cortar el musgo, por ejemplo, la hebra se corta a una cierta cantidad de centímetros, después de cortarlo tienes que poner una malla encima, todo es para optimizar el uso y el crecimiento de éste para que pueda ser un recurso sustentable.
Yo tengo contacto con mucha gente del sur que tienen Sphagnum, ellos trabajan extrayendo el Sphagnum, y hay de todo un poco. Hay gente que sí trabaja amparado por el INIA, pero yo creo que hay más gente que todavía no. Y el problema es que el musgo es su principal recurso económico. Todavía falta fiscalización y, también, quizás, falta que las personas comiencen a ver la extracción del musgo más como un negocio, porque si ellos son capaces de verlo como un negocio, se van a preocupar de mantenerlo. Respecto a las empresas exportadoras, que también deben ser fiscalizadas según lo que establece la ley, éstas no debieran comprar un musgo que no estuviera certificado, que no viniera de un Sphagnum El que tiene un manejo sustentable, pero tampoco, al parecer, son fiscalizadas. Entonces yo creo que la regularización es un tema que recién está comenzando.
Y, ¿propones algo respecto a la forma de extracción y manejo del pompón para su futuro uso científico y medicinal?
Yo creo que obviamente, porque si le damos un valor agregado al musgo, la comercialización de éste se va a potenciar, por tanto, se van a sacar más. La legislación, y especialmente la fiscalización, va a tener que ser más potente, sobre todo partiendo por las empresas que lo vamos a comprar el día de mañana, ya que esta es la única forma de regularizar que ese musgo que se está sacando venga de predios que se estén manejando bien. Yo, como empresa que está comprando un alto volumen, estoy obligada por el Ministerio a comprar harto volumen, pero de predios normados, entonces la gente directamente va a estar obligada a sacar el musgo de predios normados, porque sino yo como empresa no les voy a comprar. Es una reacción en cadena. Yo creo que quizás va por allí la cosa en principio.
Está estudiado que el 48% de la población mundial consume algún compuesto natural en su vida diaria, ya sea para prevenir enfermedades, para mejorar su salud o para complementar enfermedades. Y yo quiero cambiar un poco la mentalidad de las personas que usan el típico compuesto natural que va en la cremita que te puede ayudar y que “lo voy a usar por si acaso”. No, los compuestos naturales tienen un tremendo potencial si se saben utilizar y si se sabe utilizar la tecnología y las concentraciones en las cuales tienen que ser consumidos. Si sabes qué compuesto natural tiene una acción específica y eres capaz de aplicar una tecnología que aumente el poder de absorción en el intestino y traspase una buena cantidad de ese compuesto a tu torrente sanguíneo para que llegue al punto donde tiene que actuar, yo creo que perfectamente podemos homologar la acción de un fármaco, o al menos, potenciar de forma importante la actividad de un fármaco, o bajar las concentraciones de uso de un fármaco.
El Sphagnum magellanicum, crece y se reproduce en Tierra del Fuego, que es zona de turberas. Lamentablemente este natural componente esta siendo destruido, a pesar de haber una ley como en el párrafo anterior se menciona que lo protege, por la industria minera que daña irreversiblemente nuestro entorno
Fuente: Donde se puede consultar esta información que expongo en este post.