Expedición a zonas turbosas del norte de España
Elevándonos a 1200 metros sobre el nivel del mar, nos encontramos en un santuario natural donde el agua destila una pureza excepcional, con una concentración de sales inferior a 30 PPM—una calidad raramente hallada fuera de estas alturas. La vista es un espectáculo para los sentidos, un tapiz vivo que despliega su esplendor tanto visual como paisajístico.
En las alturas, la biodiversidad nos saluda con especies únicas, dispersas en radios turbosos donde los trampales—trampas naturales para el ganado—se ocultan como turba pantanosa, engañosamente similar a las arenas movedizas. Aquí, la flora es un tesoro de rarezas: desde el Spagnum compactum hasta el Spagnum Pylaesii, pasando por el Spagnum capillifolium, Centrale y rubellum.
Aunque la temporada ha llevado a las pinguiculas lusitanicas a refugiarse en sus hibernáculos, haciendo menos frecuente su avistamiento, aún es posible descubrir pequeñas colonias que resisten, añadiendo misterio y maravilla a este ecosistema de altura.
Este viaje por las alturas del País Vasco no habría sido posible sin la colaboración de Christian (Kabeline), Facebook de Drosero Espatulato. cuyos conocimientos geográficos fueron la llave que abrió las puertas a un mundo de zonas turbosas. Gracias a su guía experta, pudimos explorar la extensa variedad de especies de Spagnum que adornan esta región. Mi más sincero agradecimiento a Christian por su generosidad y sabiduría. Este post está dedicado a él, en reconocimiento a su invaluable contribución a nuestra aventura botánica. 🌿