Sphagnum magellanicum, cura el cáncer de mamas.
Expedición a zonas turbosas del norte de España
Elevándonos a 1200 metros sobre el nivel del mar, nos encontramos en un santuario natural donde el agua destila una pureza excepcional, con una concentración de sales inferior a 30 PPM—una calidad raramente hallada fuera de estas alturas. La vista es un espectáculo para los sentidos, un tapiz vivo que despliega su esplendor tanto visual como paisajístico.
En las alturas, la biodiversidad nos saluda con especies únicas, dispersas en radios turbosos donde los trampales—trampas naturales para el ganado—se ocultan como turba pantanosa, engañosamente similar a las arenas movedizas. Aquí, la flora es un tesoro de rarezas: desde el Spagnum compactum hasta el Spagnum Pylaesii, pasando por el Spagnum capillifolium, Centrale y rubellum.
Aunque la temporada ha llevado a las pinguiculas lusitanicas a refugiarse en sus hibernáculos, haciendo menos frecuente su avistamiento, aún es posible descubrir pequeñas colonias que resisten, añadiendo misterio y maravilla a este ecosistema de altura.
Este viaje por las alturas del País Vasco no habría sido posible sin la colaboración de Christian (Kabeline), Facebook de Drosero Espatulato. cuyos conocimientos geográficos fueron la llave que abrió las puertas a un mundo de zonas turbosas. Gracias a su guía experta, pudimos explorar la extensa variedad de especies de Spagnum que adornan esta región. Mi más sincero agradecimiento a Christian por su generosidad y sabiduría. Este post está dedicado a él, en reconocimiento a su invaluable contribución a nuestra aventura botánica. 🌿
La Gran Aventura en el Parque Natural de los Alcornocales
El 25 de noviembre de 2023, un grupo de siete almas aventureras se adentraron en el vasto y misterioso Parque Natural de los Alcornocales. Unidos por su amor por las plantas carnívoras, estos amigos se embarcaron en una expedición de 25 kilómetros que les cambiaría la vida.
El parque, un tesoro de biodiversidad, se extendía ante ellos como un lienzo en blanco listo para ser explorado. Entre los miembros del grupo se encontraba Juan Miguel, un experto en la flora local que les guió a una zona oculta del parque. Allí, en medio de la inmensidad de la naturaleza, descubrieron pinguiculas lusitanicas en su estado salvaje y especies de musgo como por ejemplo el Sphagnum inundatum.
Pero la aventura no se detuvo ahí. El parque les regaló la oportunidad de observar una variedad de setas, orquídeas y helechos, cada uno con su propia historia única. La Mycena margarita, una seta recién descubierta, y una asombrosa diversidad de orquídeas y helechos, fueron solo algunas de las maravillas que encontraron.
A lo largo de la ruta, las conversaciones fluyeron como el agua de un río, cada una de ellas un intercambio de experiencias y conocimientos sobre las plantas carnívoras. Estos momentos de camaradería y aprendizaje mutuo reforzaron el vínculo que compartían, una pasión que trascendía más allá de la simple admiración por la naturaleza.
Y, por supuesto, ¿qué sería de una aventura sin un poco de drama? Hacia el final de la ruta, Javi, uno de los miembros del grupo, sufrió una lesión que requirió la asistencia de la Guardia Civil. Pero, lejos de desanimarse, este incidente se convirtió en una anécdota humorística que el grupo recordará siempre.
Esta expedición no fue más que una simple caminata por un parque. Fue una aventura llena de descubrimientos, risas, desafíos y, sobre todo, amistad. Y aunque la expedición ha terminado, los recuerdos de esa inolvidable jornada permanecerán con nosotros para siempre.
Un Agradecimiento Especial a Juan Miguel
Ninguna historia de esta expedición estaría completa sin mencionar la invaluable contribución de Juan Miguel. Su conocimiento y pasión por la flora local fueron fundamentales para el éxito de nuestra aventura. Fue gracias a él que pudimos descubrir las pinguiculas en su estado salvaje y el musgo inundatum, dos hallazgos que sin duda fueron los puntos culminantes de nuestra travesía.
Juan Miguel, con su entusiasmo contagioso y su amor por la naturaleza, nos mostró que cada planta, cada seta, cada orquídea, tiene una historia que contar. Nos enseñó a apreciar la belleza en los detalles más pequeños y a entender que cada especie juega un papel crucial en el ecosistema del parque.
Por todo esto, queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a Juan Miguel. Su colaboración no solo enriqueció nuestra expedición, sino que también fortaleció nuestro amor y respeto por la naturaleza. Gracias, Juan Miguel, por compartir con nosotros tu sabiduría y tu pasión. Tu espíritu aventurero y tu amor por las plantas carnívoras son una inspiración para todos nosotros.
Así que, aquí estamos, al final de esta increíble aventura, con nuestros corazones llenos de gratitud y nuestras mentes llenas de recuerdos inolvidables. Y aunque la expedición ha terminado, la pasión que compartimos por las plantas carnívoras y la amistad que hemos forjado en el camino, perdurarán para siempre. ¿Estás listo para unirte a nosotros en nuestra próxima aventura? ¡Te esperamos!